Por: Angie de Elington

 Éxodo 14: 14

Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.

Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto la mano de Dios estaba con ellos, sin embargo, el faraón no se quedó de brazos cruzados y envió a su ejército para obligarlos a regresar a los trabajos forzados de esclavitud. Al principio todo iba muy bien, quizás hasta celebraron su libertad, pero al llegar al mar rojo y al ver que los egipcios se acercaban, se sintieron acorralados y fue allí donde comenzaron a dudar del poder de Aquel que los había liberado; le reclamaron a Moisés diciéndole que mejor estaban allá siendo esclavos que venir a morir ahora en el desierto. Ellos dudaron sin haber visto al Capitán de capitanes actuar.

¿Cuántas veces nos hemos encontrado en una situación similar a esta, escuchando las voces de negatividad y de duda que llueven a nuestro alrededor?

Es en ese momento de la prueba donde debemos poner en acción nuestra fe en aquello que Nuestro Padre Celestial nos ha prometido, pues de una cosa debemos estar seguros: Él nunca nos va a fallar por muy difícil que sea la batalla.

Confía y no dudes, pues Dios peleará por ti, no trates de resolver por tus propios medios, solo dobla tus rodillas, cuéntale a Él, calla ante los demás, ten paz y en el momento menos esperado verás  el mover de las aguas y todo irá bien.

Dios te bendiga.