Un llanto de esperanza.

Por: María de Díaz
Mateo 5:4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consuelo.
La Biblia nos habla de personas que lloraron en momentos de aflicción, pero recibieron consuelo a través de un llanto de esperanza. Vemos a Ana, a la viuda de Naín, a la mujer cananea, a Raquel, Rebeca, etc. Cada una de ellas lloraron en la presencia del Señor y recibieron respuesta de parte de Dios. Si te encuentras triste por algún dolor, llora delante del Señor, Él quiere consolarte en lo más profundo de tu corazón, y darte la respuesta en medio de tu aflicción. Amén. Aleluya.
Dios te bendiga.