LA BENDICIÓN DE ACSA.
Por. Susana Ramírez
(Jueces 1:15) Ella entonces le respondió: Concédeme un don; puesto que me has dado tierra del Neguev, dame también fuentes de aguas. Entonces Caleb le dio las fuentes de arriba y las fuentes de abajo.
Caleb fue un gran hombre de fe y obediente al mandato de Dios su espíritu de conquista y legado de fe y compromiso con la palabra traspasó a sus generaciones. Caleb y Josué fueron los únicos que entraron a la tierra prometida de Canaán. En el desierto quedó toda esa generación como Dios lo había dicho. Sin embargo, él no estaba dispuesto a ver morir el sueño y las promesas de Dios en su vida ni en la de su descendencia después de él.
Su influencia como líder y padre, marcó su corazón al experimentar la gracia, la misericordia y el favor de Dios. Su ejemplo de fe y vida devocional abrió paso a su descendencia al transmitirle ese espíritu de conquista, sin importar los gigantes que tenían que enfrentar. Al igual que Caleb podemos sembrar en el corazón de nuestra familia la fe, devoción y consagración al Señor. De esta manera estarás asegurando que después de ti, ellos continuarán esparciendo tu legado de fe a su descendencia. En este pasaje encontramos a Otoniel sobrino de Caleb quien conquista a Quiriat- sefer, y recibe a Acsa como recompensa por esta hazaña.
Otoniel persuade a Acsa para que le pida tierras a su padre y él le concede las tierras del Neguev. Esta mujer sabiamente al ver que su padre la había concedido tierras áridas y secas como lo era el desierto del Neguev, le pidió que le diera también fuentes de agua. Su padre Caleb le dio las fuentes de arriba y las fuentes de abajo.
Qué ejemplo de sabiduría podemos ver en la vida de Acsa. Ella pudo haberse enojado, frustrado, deprimido o sentirse menospreciada porque su padre le dio tierras que no son deseables. ¿Quién quisiera habitar en un desierto? ¿Qué provecho puede sacar de un lugar así? Pero Acsa le pidió a su padre fuentes de aguas porque donde otros ven problemas, ella vio una oportunidad y ante su solicitud, su padre no solo le dio fuentes de aguas de arriba, sino fuentes de agua de abajo.
Las bendiciones de arriba son eternas, las bendiciones de abajo nos hablan de la provisión material y durante nuestra estancia en esta tierra serán necesarias. Dios sabe que tenemos necesidades y junto con las fuentes de arriba nos provee las fuentes de abajo, la provisión que necesitamos conforme a sus riquezas.
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. (Filipenses 4:19)
Dios te bendiga.