Por Jorge Santos

De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.

1 Corintios 12:26

La creación es la mayor expresión de la majestuosidad de Dios, el universo y la naturaleza hablan de la grandeza del Creador. El cuerpo humano no es la excepción, y llama la atención que esta analogía que tomara nuestro Señor, para mostrar una realidad que debemos entender como cristianos. Todos somos parte de un mismo equipo.

Es triste ver como muchos cristianos miran a otros hermanos como si fuesen sus enemigos, buscan la manera de verlos mal, de hacer algún comentario o actitud para causar daño; o incluso alegrarse cuando otro hermano cae o comete alguna falta, sin entender que nuestra actitud debe ser diferente.

Si una parte del cuerpo se golpea, la mano siempre irá con sus caricias para tratar de solventar el dolor; si el corazón se duele, los ojos siempre brindarán su apoyo dejando salir lágrimas… Cuanto más nosotros como iglesia, debemos unirnos por aquel que está caído, orar por aquel que no tiene ánimos, luchar con aquel que necesita un apoyo entendiendo que; si el hermano crece y vence, yo también venceré. Amado hermano seamos consciente que nuestra lucha no es contra carne, sino contra el enemigo y sus obras, y que mi hermano es un aliado en esta batalla que ya está ganada.

¡Dios le bendiga!