IDENTIFICA, ATACA Y VENCE A TUS ENEMIGOS.
(1 Samuel 17:45) Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.
Muchas personas piensan que las situaciones diarias que llegan a sus vidas son producto de la casualidad o de la mala suerte, este pensamiento está arraigado en el corazón, de aquellas personas que no han tenido un encuentro personal con el Señor Jesucristo. Todo aquel que viene a los pies de Cristo queda libre de toda atadura y se convierte en una nueva criatura. Sin embargo, encontramos personas en el pueblo del Señor que ignoran la existencia de un mundo espiritual, gobernado por satanás y organizado por: principados, potestades, gobernadores de las tinieblas y huestes espirituales de maldad; que operan en los aires y en las regiones celestiales. Siendo el objetivo principal de estás esferas demoniacas invadir la mente, el alma y el espíritu de todo aquel que no tiene a Cristo como su Salvador personal,6 quienes son utilizados como instrumentos de maldad para causar daño y muerte.
La palabra dice claramente que no debemos ignorar las maquinaciones del diablo, quien es el principal enemigo del creyente y que siempre busca la forma de hacerle guerra y levantar ejércitos humanos, dirigidos por estos espíritus inmundos que hablan y actúan a través de ellos. En la Biblia encontramos infinidades de ataques y guerras que el pueblo de Israel, siempre tuvo que enfrentar a causa de todos sus enemigos. Es por ello, que el salmista David, expresó (Salmo 27:3) Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.
David aprendió a identificar a sus enemigos y buscó revelación de parte de Dios, para poder atacar de manera eficaz y vencer a los enemigos que le hacían la guerra; porque para cada enemigo de guerra las estrategias de Dios siempre serán diferentes, recuerda que Dios es varón de guerra, Él es el Rey de los escuadrones de Israel; su ejército es poderoso nada ni nadie puede vencerlo y libra a todo aquel que le teme y confía en Él. Cuando David venció al gigante Goliat, no se enfrentó con estrategias humanas, sino que identificó quien era el enemigo; un gigante poderoso lleno de legiones de demonios que nadie pudo enfrentar; pero David entendió que necesitaba una estrategia de lo alto e invocó el nombre de Jehová, lo derribó y le cortó la cabeza venciendo al enemigo de Israel.
Recuerda lo que dice 2 Corintios 10:4 Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. Tienes un poder ilimitado dado por el Señor para identificar y vencer toda arma forjada que se levanta contra ti, en Dios somos más que vencedores el diablo no tiene poder ni autoridad para dañar tu vida. Levántate y usa las armas que el Señor Jesucristo a colocado en nuestras manos.
Dios te bendiga.