Volando como el águila.
Por: Angélica Aguirre
Isaías 40:
31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
¿Has visto un águila volar? El águila es uno de los animales más admirados e impresionantes del mundo, representa la libertad y el poder; sin duda alguna son aves majestuosas. Verlas volar con esa elegancia y agilidad las hace únicas, además tienen una visión extremadamente aguda (las mejores del mundo animal) y les permiten detectar a las potenciales presas, incluso camufladas, desde una distancia muy larga. ¿Se ha preguntado usted porque Dios nos compara con las águilas? Si leemos un poco acerca de las características y cualidades de este animal, podemos comprender el enfoque que nos presenta en este hermoso versículo.
Es momentos de luchas, pruebas o ese cansancio espiritual que viene cuando no vemos las promesas de Dios cumplidas o cuando parece que todo va mal, debemos tener la confianza en Dios, para que nos de esa fuerza. Esa visión de levantarnos como lo hacen las águilas, pues sus grandes alas les permiten volar más alto que cualquier otra ave y les permiten volar firmes aunque los vientos sean fuertes y estos en vez de derribarlas, son los que las impulsan a volar más alto e incluso por encima de las tormentas. Las tormentas que vivimos, los vientos fuertes de nuestros problemas son los que nos impulsarán a las alturas a donde Dios quiere llevarnos. Si confiamos en que Dios cuida de nosotros y si sabemos esperarlo, su Palabra nos promete que no nos cansaremos que y renovaremos nuestras fuerzas.
Tenemos que esperar en el Señor y poner nuestra fe y confianza en Él, aunque por dentro sientas desmayar y estés cansado de esperar por eso que tanto has orado, No te desanimes, Confía en Dios y en sus hermosas promesas. Dios te bendiga.