Por. Susana Ramírez

(Efesios 4:23-24) Y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

El término “renovar”, está asociado a la acción y efecto de hacer algo de nuevo o volverlo a su estado original. La renovación es un proceso que está presente en todas las esferas de la vida, también podemos apreciar el efecto de renovación en todos los seres vivos: plantas, animales y en especial en los seres humanos. Además, es de vital importancia entender cuando llega el momento en que necesitas ser renovado e identificar las áreas críticas que puedan estar a punto de morir. Dios en su excelente sabiduría diseñó y colocó en todo nuestro ser espíritu, alma y cuerpo la capacidad de renovarnos siempre. Realizar un diagnóstico a tiempo puede salvar o prolongar la vida física y espiritual de una persona.

El deseo del Señor es que toda persona pueda mirar, identificar y comprender que necesita un cambio de vida que le permita acercarse a su Creador de la manera correcta. En la palabra encontramos ejemplos de hombres y mujeres que se acercaron al Señor Jesucristo, para presentar sus vidas atribuladas, turbadas y afligidas producto del vacío espiritual que agobiaba sus almas. Permite que la palabra de Dios te ayude a descubrir, de qué manera puedes comenzar a experimentar cambios significativos en tu vida, y traer excelentes beneficios en tu relación con el Señor.

• El primer paso es reconocer nuestras debilidades, y aceptar nuestros errores.
• Evaluar que áreas de tu vida necesitan ser renovadas.
• Comprender que solo el Espíritu Santo puede revelar lo que está mal dentro de ti.
• La meditación diaria en la Escritura con la aplicación personal, es el medio más eficaz y una fuente de gozo, paz y madurez emocional a nivel personal.
• La palabra de Dios es un espejo que nos permite ver quienes somos.
• La renovación de la mente es un proceso continuo que necesita una entrada diaria de Dios, por medio de lectura de la palabra ella ectúa como un agente regenerador y purificador del alma.
• La palabra es viva y eficaz y penetra las capas más profundas de la mente para limpiar, remover y sacar toda la basura que impide que tengas una mente saludable.
• La palabra es medicina para el cuerpo y refrigerio a todos tus huesos.
• La palabra irradia luz en el rostro del creyente y llena el corazón de paz.

Te animo a que pongas en práctica estos consejos una mente renovada por la palabra  es una mente saludable, revestida y ungida por la gracia y la misericordia del Señor. 

Dios te bendiga.