La fragilidad nos dará dependencia.
Por Jorge Santos
Salmo 39:4
“Hazme saber, Jehová, mi fin, Y cuánta sea la medida de mis días; Sepa yo cuán frágil soy”.
Hoy en día nuestra dependencia puede estar puesta en nuestros logros, cosas materiales, la economía o capacidades. Y muchas personas se pueden sentir fuertes, poderosas, seguras dándole así las espaldas a Dios.
Hace muchos años un rey poderoso, ganador de muchas batallas y conquistador de reino, una vez dijo «sepa yo cuan frágil soy”.
A pesar de que lo tenía todo había algo que le procuraba a este rey, era conocer cuan frágil era, eso no lo hacía cobarde; lo llevaba a reflexionar que un día podía quedar sin poder, fuerza, economía y sin vida, pero necesitaba recordar que; aunque pasaran estas cosas podía estar seguro de que su dependencia estaba en Dios.
Nos cuesta como seres humanos reconocer que somos frágiles, vulnerables y buscamos la forma que eso no se note. Pero hoy podemos reconocer nuestra fragilidad ante Dios, y saber que solo dependemos de Él y que solo es permanente, lo que Dios hace.
Enfrentar el futuro sin Cristo es una locura. Depender de Él para la salvación es sabiduría.
Hoy es día de Salvación, te invito a seguir dependiendo de Dios, a ti amigo o amiga a dar ese paso de aceptar este hermoso regalo de salvación. ¡Dios te bendiga!