Por: María de Díaz

Mateo 7:1

No juzguéis, para que no seáis juzgados.

Jesús declara enfáticamente el no juzgar a otros para que no seamos juzgados; si bien es cierto que cuando alguien comete pecado nos desagrada, pero cuando nosotros fallamos ¿nos desagradamos a otros de igual forma?, lo correcto sería tratar de no fallar para agradar al Señor y demostrar que con su ayuda podemos vencer toda tentación.  El Señor nos dice a través del apóstol, que debemos  sobrellevar las cargas los unos a otros,  así que, cuando veamos a otros fallar, es mejor que doblemos las rodillas y oremos por misericordia; porque no sabemos cuando otros tendrán que pedir misericordia por nosotros. “Que Dios nos guarde”, pero la moneda tiene cara o tiene sello, ¿De qué lado nos encostramos hoy?

Dios nos bendiga.