
Tú eres una perla de gran precio |
Por: Carmen Diaz de Atencio |
Mateo 13:46. Que, habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró. |
Había un hombre que era muy pobre y vivía solo de la pesca, trabajaba junto con su único hijo y todos los días salían juntos de pesca. Un día en la profundidad del mar vieron una ostra marina muy grande, ella se abrió y ellos vieron una perla muy grande de gran precio trataron de sacarla pero era muy profundo. Cansados y agotados subieron a la superficie, su hijo comentó a su padre que si vendían esa perla se comprarían todo lo que necesitaba; su padre le contesta que estaba muy profundo que ningún buzo sobreviviría a esa profundidad y que le prometiera que nunca intentaría ir en busca de esa perla. Ambos se fueron a dormir, pero muy de mañana su padre tubo un presentimiento y buscó a su hijo y no lo encontró, él se imaginó donde estaría y fue en su busca, el joven buceó hasta encontrar la perla. Cuando lo encontraron ya casi agonizando; solo alcanzó a decir padre esta perla es para ti. Amigo, Dios no escatimó ni a su propio hijo, sino que lo entregó por todos nosotros. Su único hijo descendió hasta lo más profundo para recatarte, tú eres esa perla de gran precio de un valor incalculable; porque fuiste comprado a un muy alto precio, precio de sangre. Dios te bendiga y que tengas un excelente día.