Es necesario ser podados para dar un mejor fruto.

Por: Angie de Elington
Juan 15: 1-2
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
En este pasaje podemos ver al Maestro comparándose con la vid (planta que produce uvas), a Dios lo compara con el labrador y a nosotros nos compara con los pámpanos (ramas o brotes). Todo este símil, tiene un objetivo muy valioso el cual es: dejar que Dios quite de nosotros lo que no nos deja crecer como creyentes.
¿Alguna vez has estado persistiendo quizás en una relación, tal vez un oficio o decisión, la cual te ha llevado a alejarte o desviarte del verdadero llamado que El Padre te ha hecho? ¡No te angusties más!, entrega todo en las manos del Creador y aunque te duela cuando el corte esa parte de ti, levanta las manos y alábale, pues recuerda que a veces es necesario que el Labrador de labradores nos pode, para quitar las muchas hojas sin fruto y de esa manera florezcamos dando frutos abundantes, dulces y no amargos para la gloria de su nombre.
Dios te bendiga.