Digamos siempre la verdad

Por: Angie de Elington
Salmos 34: 13
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Cuando miramos a un niño pequeño, hacer una travesura, podemos ver en sus ojitos su arrepentimiento y tristeza por lo que ha causado. Al preguntarle ¿qué ocurrió? sin vacilar comienzan a contar toda la verdad con detalles. Sin embargo, al ir creciendo y mirar algunos malos ejemplos de sus padres comienzan a practicar la mentira. ¿Cuántos de nosotros no hemos sido tentados a ocultar la verdad en algún momento? La palabra de Dios nos motiva en este Salmo 37: 13 a cuidar lo que hablamos, a decir la verdad a toda costa, a no dejarnos llevar por la corriente de este mundo tan pecaminoso que la mentira, ya la llaman verdad. El Creador, mediante las sagradas escrituras, nos motiva a decir siempre la verdad, ya que cuando mentimos nos involucramos en una situación muy vergonzosa de la cual no vamos a poder salir librados; porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz ( Lucas 8:17).Que bueno sería que como cristianos, analicemos las palabras y los hechos antes de emitir cualquier comentario, ya sea de alguna persona o suceso, pues esto de mentir y murmurar no trae ningún beneficio positivo para nuestro crecimiento espiritual. Recuerde que: El que quiere amar la vida y ver días buenos, debe refrenar su lengua de mal y sus labios de hablar engaño… (1 Pedro 3:10). ¡Dios te bendiga!