Providencia Divina

Por: Angèlica Aguirre
1 Reyes 17:3-5
3 Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán.
4 Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.
5 Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán.
Cuando leemos la historia de Elías encontramos a un hombre que en verdad vivía para su Dios. La historia nos enseña que Elías no llegó en el mejor tiempo del pueblo Judío; había un pueblo pagano, que no estaba obedeciendo a Dios, un rey y reina que estaban introduciendo dioses paganos, dioses que no eran verdaderos, estaba permitiendo falsas enseñanzas, y traducciones paganas. En medio de ese panorama llega un hombre, llamado Elías, el cual estaba declarando a través de su vida; El Señor es Mi Dios, eso es lo que en verdad significa la traducción de este nombre. Aquí vemos a un hombre que fue tomado por Dios para ser perfeccionado como hombre de Dios, veremos a un hombre que en verdad, su vida y ministerio no fue fácil, pero el descansaba en Dios.
Es interesante ver como después que Dios le había usado para hablar con tanta autoridad y firmeza al rey y darle la profecía de que no habría lluvia ni rocío en esos años, Dios le dije que se aparte y vemos como èl obedece. Muchas veces cuando damos un buen mensaje, o hacemos algo bien pensamos que es por nuestro ´intelecto y nos olvidamos que es por la gracia y la misericordia de Dios, y que lindo cuando reconocemos que no somos nosotros y obedecemos a su llamado sin cuestionar, solo confiando en su providencia divina. Dios nos desafía y nos anima a vivir para Èl, a vivir seguros de que Él tiene el control, que es quien nos cuida, quien está a nuestro lado. Elías vivió seguro con la protección de Dios; hoy Dios nos desafía a no tener temor, Él es real.